La Inteligencia Artificial (IA) ha dejado de ser ciencia ficción y se está convirtiendo en una realidad en el día a día de las empresas. El 80% de las empresas en América Latina ya están utilizando IA y planean destinarle más del 15% de sus presupuestos en los próximos años. Estas cifras forman parte del estudio "Inteligencia Artificial en América Latina 2023: Explorando la IA como motor de transformación en la frontera digital de América Latina", realizado por NTT DATA en alianza con MIT Technology Review.
En el mundo digital, la ciberseguridad se ha convertido en una preocupación diaria para las empresas. Los ciberataques van en aumento y ponen en peligro los datos confidenciales, los sistemas y la reputación de las empresas. Pero, ¿cómo puede ayudar la inteligencia artificial a la ciberseguridad?
Inteligencia artificial combinada con ciberseguridad
La inteligencia artificial puede analizar grandes cantidades de datos procedentes de múltiples fuentes para identificar patrones de actividad dentro de una organización. Supervisa aspectos como los tiempos y lugares de conexión, los volúmenes de tráfico, los dispositivos y las aplicaciones en la nube que utilizan los empleados. Una vez establecido lo que se considera un comportamiento normal dentro de las operaciones cotidianas de la organización, la inteligencia artificial es capaz de identificar comportamientos que se salen de la norma y deben ser investigados.
La IA utiliza algoritmos de aprendizaje automático para aprender continuamente de los datos que evalúa. Cuando identifica ciberamenazas conocidas, puede ayudar a contextualizar el análisis de esas amenazas, facilitando la comprensión y la prevención del fraude.
La inteligencia artificial tiene un gran potencial para apoyar la seguridad en las organizaciones. Las empresas que inviertan en soluciones tecnológicas se beneficiarán de una mayor eficiencia y productividad, una mejor detección de las amenazas, una respuesta más rápida a los incidentes y una reducción de los costes. A medida que avanza la tecnología, surgen nuevas oportunidades para que la IA contribuya a entornos organizativos más productivos. Sin embargo, su implantación en seguridad requiere una infraestructura sólida, inversión y conocimientos técnicos. A pesar de las ventajas, la adopción de soluciones de IA requiere cautela.
¿Cómo identificar los riesgos de los datos de IA?
La falta de profesionales cualificados y el elevado coste de la tecnología pueden ser obstáculos iniciales en esta materia, sobre todo al tratarse de una tecnología nueva. Es esencial que las empresas comprendan los riesgos y apliquen las salvaguardias adecuadas cuando utilicen la IA a diario.
Comprender los riesgos asociados al uso de la inteligencia artificial es esencial para evitar consecuencias negativas. Para construir una defensa sólida contra estos riesgos, es importante tomar medidas preventivas. Debe establecerse una gestión de los datos, con políticas claras de recopilación, almacenamiento y uso, para garantizar el cumplimiento de las leyes y normativas.
Se necesitan fuertes medidas de ciberseguridad para proteger los datos de accesos no autorizados y ciberataques. También es importante utilizar sistemas de IA que sean transparentes y explicables, para que pueda entenderse el razonamiento que subyace a las decisiones.
Futuro seguro con tuvis
La aplicación de una supervisión continua y de auditorías periódicas es esencial para detectar y corregir errores y garantizar el cumplimiento y la seguridad de los sistemas de IA que se utilizan a diario en las organizaciones.
A pesar de estos retos, el futuro de la seguridad corporativa está estrechamente ligado a esta tecnología. Invirtiendo en formación y adoptando prácticas responsables, las empresas pueden aprovechar su potencial para defenderse de ataques cada vez más sofisticados.
A pesar de las ventajas de la inteligencia artificial, es importante subrayar que esta tecnología no es una bala de plata para todos los problemas de ciberseguridad. Debe utilizarse junto con otras medidas de seguridad, como la solución de seguridad y cumplimiento tuvis. La guerra cibernética es continua y cada avance en ciberprotección es esencial.
